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Iniciamos este post anunciándote que el próximo 3 de noviembre se inaugura, en Barcelona, la 23.ª edición del festival de cine dedicado al medio ambiente… ¡más antiguo del mundo!
¡Sí, se trata del FICMA! E inundará las pantallas de los Cines Girona, del CaixaForum, del CosmoCaixa, del Instituto Francés de Barcelona, de la Universidad de Barcelona, de la Universidad Pompeu Fabra y de la Blanquerna de preciosas imágenes dedicadas al planeta Tierra. Pero en su programación también hay espacio, año tras año, para algunas películas que nos hacen reflexionar sobre las relaciones del deporte con el medio ambiente en la actualidad.
Tal vez estés pensando que este post trasciende la temática habitual de nuestro blog (el análisis de las relaciones del deporte con las diferentes manifestaciones artísticas), pero en realidad sigue alineado con su temática general genuina: la cultura deportiva. Cultura, en el sentido más amplio del término.

Son tres las producciones que en esta 23.ª edición del certamen nos permiten acercarnos a esta temática, tan actual como —en algunos casos— polémica. ¡Ahora entenderás por qué!

En primer lugar, por Under the Waves, un cortometraje de Denis Lagrange en el cual el espíritu naturalista de la protagonista se simboliza a través de su fusión con el entorno marino. Después, por White Waves, de Inka Reichert y estreno en el FICMA, un largometraje que documenta la lucha de los surferos contra la contaminación de los océanos, con el objetivo de concienciar al público sobre la gravedad de este problema ecológico. Y, finalmente, por Breath, de Guxim Klinaku, un cortometraje protagonizado por un adolescente que vive en Obiliq (Kosovo), una de las ciudades más contaminadas de Europa, y que sufre una grave enfermedad respiratoria que le prohíbe jugar a su deporte favorido, el fútbol.

Analizando la programación del FICMA 2016 nos viene a la memoria otro documental: Steps – A Journey to the Edge of Climate Change, producido por la asociación Ride Greener y programado por el Bilbao Mendi Film Festival 2012 y por el BCN Sports Film 2013. Se trata de la primera película de snowboard y esquí respetuosa con el clima que propone formas alternativas de practicar estos deportes, ecológicamente sostenibles. Y tú, ¿conoces otras?

Como ves, estos títulos nos demuestran la creciente sensibilidad de algunos colectivos de deportistas hacia los problemas medioambientales que afectan de manera creciente a nuestro planeta. ¡Pero hay más!

Ya desde los albores del turismo deportivo, en los años 50 y 60 del siglo XX, se empezó a plantear este tema: ¿cómo influye en el paisaje la masificación progresiva de ciertos deportes? En décadas posteriores (años 80), el progresivo incremento de la práctica de ciertos deportes como el esquí, por ejemplo, provocó numerosos impactos ambientales en lugares montanos, hasta entonces recónditos. Las pistas de esquí deterioraron en muchos casos el paisaje original y alteraron por completo la economía de valles enteros, que se reconvirtieron de ganaderos a polos turísticos. ¿Te suena este escenario?

En muchos casos, además, algunas de estas áreas estuvieron de moda solo durante unas décadas como localidades de esquí y quedaron luego deshabitadas, sin volver a recuperar su anterior identidad. Este es un tema que vimos magistralmente ejemplificado en el BCN Sports Film 2011, a través del cortometraje 11 Degrees de Anna Ewert. ¡Si dispones de 8 minutos, no te lo pierdas!

Pensando en el incremento constante de la práctica deportiva en la sociedad contemporánea —tantas veces mencionado en este blog—, vemos que convierte en actuales, más que nunca, ciertos temas que ya empezaron a comentarse en los inicios del turismo deportivo.

La mayor gravedad de la situación ecológica del planeta, la consecuente creciente conciencia ecológica, pero también los mayores daños que provoca la práctica cada vez más masificada de los deportes outdoors, hace que en las mismas redes sociales se haga cada vez más presente la denuncia de ciertas conductas asociadas a la masificación del deporte.

¿Quieres ejemplos? Te contaremos uno de los más emblemáticos: la reiterada condena de la basura acumulada en las altas cotas del Himalaya, allí donde las innumerables expediciones de alpinistas occidentales dejan abandonadas cantidades increíbles de residuos en los campos base.

Si volvemos la mirada hacia Cataluña, recientemente, las mismas instituciones empiezan a hacerse eco de los efectos de esta masificación deportiva. Así, por ejemplo, el 22 de noviembre de 2016, el Àrea de Territori i Sostenibilitat de la Diputació de Barcelona organiza la 3a Jornada tècnica – Curses i activitats fisicoesportives al medi natural. ¿El tema? Favorecer el debate y definir propuestas para promover un uso responsable y sostenible de las carreras de montaña en Cataluña para conseguir minimizar los impactos negativos sobre el medio (erosión, suciedad, etc.) y potenciar, al mismo tiempo, los impactos positivos. ¡Desde aquí, aplaudimos esta iniciativa!

Tampoco debemos olvidar el impacto de deportes menos “limpios”, como los rallies automovilísticos o el golf, cuya práctica en zonas áridas (como en el sur de Europa, incluyendo España) implica un gasto de agua inconmensurable y poco sostenible para el mantenimiento de los terrenos de juego. Pero también otros “deportes”, como la caza o la pesca deportiva, cuyas consecuencias en el medio son tan evidentes como inoportunas. ¿Estás de acuerdo?

En este momento histórico de incremento exponencial de la práctica deportiva outdoors, consideramos extremadamente necesarias todas aquellas propuestas orientadas a favorecer la difusión de una “cultura deportiva”, siempre respetuosa del medio ambiente.

El hecho de que un festival como el FICMA incluya cada año, en su programación, el tema del impacto ambiental del deporte así como la creación de nuevos espacios como por ejemplo el Òdena Village (que se propone fusionar el respeto por la naturaleza con la práctica del deporte), son señales de la advertida y creciente urgencia de reconducir estas prácticas y de la sensibilidad de un sector de la sociedad actual hacia esta problemática.

A nosotras, que somos fans incondicionales del deporte y de la naturaleza en cualquiera de sus formas, nos alegra mucho poderte hablar de iniciativas que los promuevan. Si compartes con nosotras esta pasión o bien este post te ha despertado el gusanillo por esta temática, te invitamos a enriquecerlo con tus aportaciones, propuestas y opiniones. ¿Seguimos hablando en la sección de comentarios?

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